
A la ejecución de Leal García , de 38 años, asistieron una hermana, uno de sus abogados y tres amigos como testigos de su ejecución por inyección letal.
Su última comida consistió en pollo frito, tacos y salsa pico de gallo.
La sentencia provocó una cascada de apelaciones en su favor, incluyendo una inusual petición por parte de la Casa Blanca por lo que podría representar para los extranjeros arrestados en Estados Unidos y los estadounidenses detenidos en el extranjero.
El gobierno de México pugnó porque la sentencia le fuera conmutada bajo el argumento de que se violaron los acuerdos internacionales sobre asistencia consular a extranjeros detenidos.
El martes los siete integrantes de la Junta de Perdones y Libertades Condicionales de Texas votaron en contra de recomendar al gobernador Rick Perry, posponer la ejecución o conmutar la sentencia.